Pasadas las elecciones Primarias Abiertas Simultaneas Obligatorias (PASO), el optimismo en el Frente de Todos crece a grandes rasgos después de la categórica performance electoral mostrada tanto a nivel nacional como provincial, una confianza que permite ilusionarse con ganar un territorio, hasta el momento, imposible: La Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tras las votaciones del domingo 11 de agosto, el candidato del peronismo, Matías Lammens, dueño de la satisfacción del 31,36% de los habitantes que viven en la Capital Federal, es suficiente para hacer ilusionar al peronismo que luego de 12 años tiene amplias chances de adueñarse del actual sillón ocupado por Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de gobierno.

Lo cierto es que desde el círculo íntimo del justicialismo confían en que el próximo 27 de octubre, el presidente de San Lorenzo puede llegar a una segunda vuelta tras el 45,92% % de los votos positivos que obtuvo el hombre que gobierna el territorio de la ciudad y que responde al presidente Mauricio Macri.

Si bien Larreta, tras las PASO volvió a sonreír electoralmente, el porcentaje conseguido no le permite dormirse en los laureles, sacó 5 puntos menos que en la última elección de 2017.

No obstante, desde el espacio que busca llevar a la presidencia a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner a la vicepresidencia, existen motivos para pensar que se puede ganar en una tierra desconocida, debido a que también se produjo otro hecho particular: el voto en blanco acaparó más de 8 puntos y se transforma en una zanahoria a perseguir por el kirchnerismo.

La gran cifra de votos en blanco significó en inédito para una jornada electoral ejecutiva: en las 11 previas a la transcurrida, incluyendo PASO, primeras vueltas y balotajes desde 1996, el voto sin favoritismo sobrepasó los 5 puntos y se posicionó entre 1 y 3 unidades.

Además, Lammens tiene la posibilidad de sumar una eventual batería de votos a conquistar provenientes de los más de 7 puntos obtenidos en las PASO por Matías Tombolini, el candidato a jefe porteño del aspirante al Sillón de Rivadavia de Consenso Federal, Roberto Lavagna.

Reunidas estas condiciones y adosada la confianza lograda en la provincia de Buenos Aires, donde la fórmula del Frente de Todos a nivel nacional, Alberto Fernández y Cristina Fernández, y provincial, Axel Kicillof-Verónica Magario, sacó unos 52 puntos sobre la de Juntos por el Cambio conformada por María Eugenia Vidal- Daniel Salvador, le dan un gran envión anímico importante para hacer pensar que el peronismo puede conquistar el territorio organizado en 15 Comunas.